Actualmente existe una problemática por la falta de maestros y profesores que han abandonado las aulas de clase
(Waka Noticias. Puerto Ayacucho, 06/07/2019).- La crisis en los servicios públicos ha causado graves consecuencias en todos los sectores del país, incluyendo el educativo.
Niños y adolescentes perdieron al menos unos 20 días de clases después de los apagones que se produjeron en marzo pasado lo que causó alarma y preocupación, pues se llegó a pensar que el período 2018 – 2019 estaba perdido.
A pesar de que el Ministerio de Educación (ME) hizo una extensión del año escolar, Yameli Martínez, directora de la red de escuelas de Fe y Alegría en la zona de Caracas y Vargas, opina que los estudiantes no están preparados para pasar de grado o nivel por diversos factores:
Hubo muchas suspensiones de actividades escolares durante el año, entre elecciones, problemáticas sociales y políticas. Debido al plan de ahorro energético se estableció una jornada laboral hasta las 2:00 pm que todos los colegios tuvieron que adoptar. Hay una cantidad significativa de vacantes docentes porque se han tenido que dedicar a otros oficios para subsistir o porque se van del país. Tanto el personal como los estudiantes faltan de manera recurrente por falta de agua, luz, transporte e, inclusive, alimentos.
“El reajuste en los horarios nos obligó a tener que seleccionar las competencias que se iban a desarrollar en el eje del pensamiento, en la comunicación y valores, seleccionar contenidos y temas esenciales”, dijo Martínez.
Para ella los niños y adolescentes son promovidos sin cumplir con los objetivos trazados en el cronograma educativo. En el caso de Fe y Alegría, el año escolar aún no se ha cerrado, estarán realizando actividades pedagógicas con los estudiantes de la etapa inicial, primaria y media hasta el próximo viernes 12 de julio para cumplir con las indicaciones del ME.
Luego de esto se van a llevar a cabo actividades de recuperación, administrativas y también de celebración, pues las graduaciones se tienen previstas para el 30 y 31 de julio.
“Hasta ahora el cierre se viene dando de forma traumática, pues no contamos con todo el personal, con infraestructuras adecuadas y materiales requeridos. Además, se incrementan los problemas de alimentación, de salud y de transporte, lo que dificulta desarrollar todos los procesos educativos”, asegura la profesora.
En los colegios públicos y privados, así como en las universidades, persiste la problemática en cuanto a la falta de maestros y profesores que han abandonado las aulas de clase porque los salarios no les permiten cubrir con sus necesidades básicas.
Para contrarrestar esta situación, hay unidades educativas que recurren a la contratación de profesionales no docentes que tengan conocimientos en el área que van a impartir.
Sin embargo, la Red Fe y Alegría implementó otras alternativas. “La deserción de docentes se maneja de manera distinta en cada escuela dependiendo de su realidad. En algunas con suplentes, en otras con el apoyo de madres voluntarias y en el peor de los casos, los equipos directivos han tenido que meterse en aula”, detalló la directora.
En el caso de las madres voluntarias, cuentan con al menos 40 en 26 de las escuelas de Fe y Alegría. Las mismas son supervisadas y guiadas por la directiva de la institución y realizan esta labor para que los niños y jóvenes no pierdan el año escolar.
Según Martínez esto “es un pañito caliente porque los estudiantes necesitan tener profesionales de la educación que puedan poner en práctica todas las estrategias pedagógicas y que puedan desarrollar actividades que de verdad propicien un aprendizaje significativo”.
En otros casos se han tenido que fusionar secciones, de manera que un docente atiende a dos al mismo tiempo. En algunos casos los alumnos de grados mayores colaboran con los más pequeños.
Fuente: www.analitica.com