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Por: Juan Carlos Mendoza

(Amazonas).- La pandemia del Covid-19 o mejor conocido como coronavirus, desde que se presentó el primer caso en la provincia de Wuhan en la República Popular de China en el mes de diciembre de 2019 hasta la fecha, a permitido que el pueblo en el mundo entero sea distanciado y a la vez acuartelado a consecuencia de esta pandemia que además a creado una xenofobia dentro de la sociedad mundial, con la suspensión de eventos deportivos, conciertos, actividades culturales, recreativas, de ocio y diversión, que permiten a las personas salir de las rutinas diarias que implican el trabajo, el stress y la cotidianidad.

Ante esta situación recientemente en China se pudo curar el último paciente que dio positivo a esta enfermedad, sin embargo, en Venezuela esta pesadilla apenas comienza a dar los primeros casos positivos, acuartelando a todo el país en prevención a que se expanda en mayor número de personas, con medidas severas de acuartelamiento y restricciones para que esta enfermedad no agrave la salud del pueblo venezolano, donde hasta la fecha se totalizan 323 casos positivos, con 10 muertes y otros tantos en estudio posiblemente sospechosos.

De esta pandemia mucho se ha hablado, mucho se ha dicho, pero en el mundo siguen y siguen muriendo personas, resultando a veces hasta contradictorio, ya que en países super desarrollados que son potencias mundiales en Asia y Europa, la gente continúa enlutando hogares, los cuales se cuentan en más de 202 mil personas, siendo Estados Unidos el país con más muerte de personas, llegando a más de 53 mil pacientes fallecidos producto de este brote que sencillamente se salió de control.         

En Venezuela el gobierno nacional oportunamente tomó drásticas decisiones y medidas a fin de evitar la propagación del coronavirus, desde el cierre de establecimientos, la prohibición de reuniones, concentraciones y fiestas, cierres de fronteras, en otras tantas acciones, con la intención de evitar que el contagio entre las personas sea aún mayor y que motivado a la situación país que se vive actualmente, los recintos hospitalarios no cuentan en un 100% con medicinas, equipos, especialistas y sobre todo camas para atender a un número mayor de posibles pacientes que se vieran afectados por esta pandemia.

Del coronavirus de dice mucho actualmente, es el argumento que está en boga de la gente, atrás quedaron los temas de interés del pueblo venezolano, como los alimentos, gasolina, servicios públicos, transporte, insumos médicos, presos políticos, marchas y contramarchas, asambleas nacionales, en fin tantas cosas que han pasado en este hermoso, maltratado y ultrajado país, que ni en la peor de las guerras de ciencia ficción de los cineastas del mundo, el venezolano se le hubiese imaginado tan grande turbulencia.

En el caso de Amazonas, a Dios gracias, hasta la fecha no se ha registrado el primer caso de Covid-19, a pesar de ser frontera de Colombia y Brasil, dos países, sobre todo este último, donde se han presentado innumerables casos de esta pandemia y que las muertes continúan enlutando hogares a diestras y siniestras. En el Estado se han tomado medidas drásticas a fin de evitar males mayores, no obstante, muchos amazonenses después de las 2 de la tarde cuando se presume que absolutamente nadie debe salir de sus casas, se han observado reiteradamente en las calles deambulando, algunos en son de trabajo, otros por necesidad y otros sencillamente porque no le paran pelota al asunto, que a su vez pueden perjudicar a un colectivo, que bastantes precariedades y por múltiples necesidades está pasando a consecuencia de la difícil situación que atraviesa el país con el tema de los servicios básicos, el alza de los artículos de primera necesidad, entre otras tantas vicisitudes, que golpean diariamente la malograda tranquilidad de este noble pueblo que sencillamente no haya que hacer ante tantos inconvenientes.

Seguimos resistiendo tantas calamidades y aún no sabemos cuándo terminará está pesadilla llamada coronavirus, pero debemos tener claro que, si no tomamos las medidas y recomendaciones que diariamente nos lo dicen por la radio, televisión, redes sociales y todas las plataformas tecnológicas, que a veces parece hasta disco rayado, no vamos a dejar de insistir en salir de nuestras casas, claro que muchos tenemos necesidades y entiendo en parte la situación de cada quien porque a diario lo vivimos, sin embargo, yo se les sugiero y repitiendo como loro lo que a diario nos dicen, quédese en casa y solo salga cuando de verdad lo amerite, recuerde que este virus es letal y no juega carrito con nadie. Cuídense, protejan a su familia y que Dios los bendiga mi gente, será hasta una próxima oportunidad.

Hablando Claro “Con la verdad por delante”

Puerto Ayacucho, estado Amazonas

Edición número 16, año 2