NO ES EL CUNAGUARO...
Dicen que un tigre se comía a los perros en Puente Cataniapo, y lo mataron. Lo pusieron al lado del perro muerto lo fotografiaron y lo enviaron a las redes sociales para compartir. Pero no era un tigre sino un cunaguaro. También casaron una culebra de agua, la mataron y enviaron a las redes, pero le salió mal a los promotores porque salieron los defensores de las culebras y los perros, y los andan cazando para meterlos presos: por maltrato animal. En cambio los niños de Puente Cataniapo, y de otros barrios de Pto Ayacucho, no tienen pan ni comida, o se mueren de amebiasis y no pasa nada; es decir, no hay maltrato a los niños sino un número en la estadística de la Revolución.

HA MUERTO EL TIGRE...
Tampoco era un tigre, pero todos los conocían como tal. El Tigre amigo, la mujer del tigre, los hijos del tigre, los amigos del tigre,...Y todos saben a dónde ir: al árabe frente al mercado municipal de Pto Ayacucho. Isaa Al Assad era su nombre, pero solo en su cédula de identidad y para la notaría. Para todos era, El Tigre. Nos imaginamos que por su carácter: por hablar fuerte y por ser un tigre para los negocios. También roncaba como pocos en la política; donde no siempre acertaba por sus métodos radicales. Y estableció un centro de propaganda dentro y fuera de su tienda, donde debatía con criollos e indígenas sobre la política del presente y el futuro. Ese Tigre murió el domingo 26 de abril. En un mal tiempo de cuarentena, crisis económica y olvido social. Días en que no hay urnas, velorios ni acompañamientos al cementerio. En que todo está prohibo; y cuando no está prohibido no hay. Por eso, seguramente, faltarán los amigos del Tigre en el último adiós! Cuando pase la tempestad podremos darle nuestro pésame a la mujer de El Tigre, Sra Francis Torres; y a los hijos del Tigre: Lamia (Laila) y Juan Carlos Al Assad.

LAS PINTAS DEL TIGRE...
Fumaba hasta más no poder. Todos predecían que moriría de cáncer pulmonar, pero La autopsia determinó que fue cáncer de páncreas. Sufrió mucho con el cáncer de Francis a tal punto que olvidó el suyo. Se dice por allí que “hijo de tigre caza ratón “, pero Isaa decía que apenas eran su pinta...la piel! A todos políticos amigos les decía que había que tener garras y colmillos, un tigre con ambición. Y nunca dejo de aportar su contribución a toda aspiración. Lo único es que no dejo de ser directo y radical, por eso “a los chavistas ni agua”. Tal vez por eso no lo mató el tabaco sino la arrechera...!

Por Liborio Guarulla